Skip to main content

Celebración en la Capilla Farruco – Domingo 7 de septiembre

Este domingo, desde las 10:30 horas, la histórica Capilla de Farruco abrirá sus puertas para una jornada única que combina historia, cultura y tradición.

La programación incluye:

  • 10:30 h – Apertura y bienvenida.

  • Durante toda la jornada – Recorridas guiadas por el lugar, gastronomía y artesanía de emprendedores locales.

  • 11:00 h – Misa celebrada por el Padre Adrián García, del Instituto Paiva.

  • 14:00 h – Presentación de danzas folclóricas.

Varias excursiones de operadores privados ya se preparan para llegar hasta uno de los lugares más emblemáticos del departamento, recientemente restaurado en un proceso integral que permitió recuperar muros, cubiertas, cielorrasos y el piso original de ladrillo y piedra, devolviendo a la capilla su tono rosado característico y su esplendor colonial.

Gracias al esfuerzo conjunto del Gobierno de Durazno, organismos nacionales y la colaboración de la comunidad, la capilla volvió a mostrar su esplendor, respetando su identidad colonial y garantizando su conservación para las futuras generaciones.

Hoy, este espacio no solo se presenta como testimonio vivo de la historia, sino también como un lugar renovado para la celebración de actividades culturales y comunitarias, reafirmando su valor como símbolo de la memoria colectiva.

Su ubicación, en las proximidades del Río Negro y en plena zona de frontera, le otorgaba valor militar como punto de control, defensa y resguardo frente a malones indígenas y a incursiones portuguesas, ese hecho convierte a la capilla en un sitio de enorme peso histórico.

Construida en 1782 por Francisco Rodríguez, conocido como “Farruco”, la capilla funcionó como templo y fortín, cumpliendo un rol espiritual y defensivo. En 1797 fue escenario de un hecho histórico fundamental: José Gervasio Artigas se incorporó aquí al Cuerpo de Blandengues, marcando un hito en la historia nacional.

Hoy, la Capilla Farruco —declarada Monumento Histórico Nacional y considerada la construcción colonial más antigua aún en pie en Uruguay— vuelve a presentarse como un espacio de encuentro, memoria e identidad. Un lugar donde el pasado y el presente se unen para ser compartidos por toda la comunidad.